A la mayoría de los niños les encantan los animales. Unos tienen más reparo que otros en jugar con ellos, pero en general suelen ser un objeto de deseo para todos, sobre todo gatos y perros, pero cualquiera que se deje coger les puede venir bien. Puede que cuando crezcan un poco más quieran tener una mascota, sin embargo tienen que aprender que un animal es un ser vivo y por tanto no es igual que un simple juguete que puedes coger y dejar cuando quieras. Un animal tiene unas necesidades, comer, beber, higiene, etc… que deben aprender a conocer y controlar.
Por eso creo que antes de tener un animal de verdad pueden empezar por tener un juguete como éste, un gato interactivo. No deja de ser un muñeco pero tiene reacciones de un gato real, como reaccionar a los estímulos del tacto de las personas: maulla cuando le acaricias, ronronea, cambia sus expresiones faciales, e incluso se revuelve como los gatos reales. Además incluye también un peine para mantenerlo limpio y aseado.
La parte buena es que se puede apagar cuando nos cansemos. No es un gato de verdad, pero es un principio. En el siguiente vídeo lo podemos ver funcionar.
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Vía: O compras