Desde hace tiempo, mucho tiempo, nos vienen avisando de los perjucios del tabaco para los fumadores pasivos, especialmente para los niños. Nos lo dicen a través de campañas de publicidad, en las cajetillas de tabaco, etc… pero parece ser que nos nos damos por aludidos. El creador alemán Daniel Goddemeyer ha querido solucionar este hecho creando una muñeca que expresa su malestar ante el humo del tabaco: Smoke Doll.
Su respiración responde a la cantidad de humo en el ambiente. Reacciona a las caricias del niño con una respiración pausada pero empieza a respirar más rápida e irregularmente cuando inhala humo, llegando a toser y jadear. Incluso en un momento dado puede dejar de respirar y solo se la puede reanimar mediante el boca boca de un no-fumador, ya que sus sensores reconocen los componentes del aliento.
Según expresa su autor, «La muñeca es útil para los niños y también para los adultos, porque ambos perciben el mensaje, aunque de forma diferente». El mensaje es muy claro: quién quiera fumar, que lo haga, pero respetando la salud de los demás.
Vía: Elpais