Por hacer un simil, podríamos decir que este es el Ferrari de las casitas de juegos. Kids Crooked House es la réplica de una casita de madera en miniatura, adecuada al tamaño de los niños. Quizá sea un poco atípica pero ahí radica su encanto, en sus líneas asimétricas y torcidas y en sus colores vivos, como sacada de cualquier dibujo de la factoría Warner.
Hay varios tamaños e incluso una de ellas está dividida en dos estancias que se comunican por un tubo por donde los niños se pueden desplazar. A cualquier niño seguro que le encantará, estoy segura porque yo ya tengo mis años y me encanta. La pega es que hay que disponer de un gran espacio para situarla y de un bolsillo bastante abultado: la más pequeña vale 1.128 euros.
Más información: kidscrookedhouse
Vía: compradicción
