En nuestro blog de decoración solemos decir que las soluciones están al alcance de nuestra mano, solo hay que mirar bien y encontrarlas. Eso es lo ha hecho el Instituto Tecnológico del Juguete (AIJU) establecido en la provincia de Alicante. Muchos habitantes de esta provincia llevan años utilizando las cáscaras de almendras para encender las estufas de los hogares. Son más baratas y contaminan menos.
El AIJU ha aprovechado esta idea para incorporar las cáscaras de almendras a la producción de juguetes parcialmente biodegradables. La iniciativa estaría al alcance de cualquier productor ya que el método consiste en mezclar y procesar una parte de compuestos de plástico con otra de desechos molidos de almendra, sin necesidad de modificar las máquinas ni el proceso de producción.
En España se producen al año 15.000 toneladas de esta cáscara con lo cual es suministro estará garantizado. La idea es sustituir el plastisol (PVC Bandillo) por este recurso natural que no deja residuos tóxicos y se descompone fácilmente. Un dato más juega a su favor: se abaratarán los coste de producción ya que el precio de la cáscara de almendra ronda lo 0,20 euro/Kg y el del plastisol 1,20 euros/kg.
El porcentaje de cáscara que se aplicará al juguete será un máximo de 45 % y dependerá de la dureza que se quiera conferir al juguete.
Según las investigaciones realizadas, esta pasta combinada de almendras es mucho más manejable y flexible que el material al que sustituye, con lo cual las aplicaciones a otras industrias se puede producir en un período no muy largo de tiempo: objetos de decoración, revestimientos de automóviles, cerámicas…
Hace poco nos hacíamos eco de la iniciativa de AIJU de crear juguetes para combatir la obesidad, y ahora crean una forma nueva de cuidar el medio ambiente utilizando recursos naturales en la producción. Estamos en el buen camino.
Más información: AIJU
Vía: Cinco Días