Este divertido espejo con un cocodrilo trajeado puede servir al niño a descubrir su imagen y así tomar noción de su cuerto.
Lo ha diseñado Silke Leffler para Ikea, y está hecho en plástico resistente a los impactos para la seguridad de los niños.
Y lo mejor de todo es el precio, y es que cuesta 20 Euros.