Desde hace un tiempo os venimos hablando sobre las nuevas medidas que se están tomando para aumentar la seguridad de los juguetes. Diversión no debería ir unida a peligro y eso es lo que está tratando de hacer la Unión Europea, en general, y cada país componente, en particular.
En esta ocasión la UE ha prohibido desde esta semana la comercialización de encendedores que puedan ser encendidos por menores de cuatro años, a la vez que se impide a los fabricantes utilizar diseños o colores atractivos que puedan resultar atractivos a ojos de un niño.
El riesgo en estos casos puede ser evidente, ¿pero que hacer cuando el enemigo está disfrazado de juguete?. Ese es el gran problema contra el que hay que luchar y sólo el años pasado se retiraron del mercado y destruyeron alrededor de 175.000 unidades de distintos productos infantiles que representaban un riesgo en potencia para los pequeños, de ellos 100.000 eran juguetes.
Las autoridades españolas han constatado un considerable incremento en el volumen de artículos incluidos en la Red de Alerta a lo largo del último año. El que se trata de evitar con más frecuencia es la asfixia por ingestión de piezas pequeñas, seguido de posibles intoxicaciones o descargas eléctricas. Al menos siete de cada diez productos destruidos procedían de mercados asiáticos y la mayoría de ellos fueron decomisados en estanterías de bazares chinos o las llamadas tiendas de ‘todo a cien’. «Se debería que evitar que estos productos lleguen al mercado mediante controles mucho más duros tanto en las fronteras como en las empresas fabricantes», considera un portavoz de la Federación de Consumidores en Acción (Facua).
Vía: elcorreodigital